FORJANDO EL EQUIPO: Entrenadores y estilo de COMUNICACIÓN.

“Dominar a otros es ser fuerte; dominarse a sí mismo es ser poderoso”.
Lao Tzu.
         La pretemporada es el forjado de los equipos. Como no puede ser de otro modo, se realiza a fuego lento y constante. Y en esa cocción ninguna dimensión suele escapar de la cada vez más exhaustiva planificación de un cuerpo técnico profesional. A la preparación física y el trabajo de los diferentes conceptos del juego, hay una faceta a la que se le viene concediendo también su importancia: la preparación mental, esto es, la construcción de la mentalidad del grupo; el forjado del espíritu y el alma de ese conjunto de individuos con objetivos comunes pero intereses a veces encontrados.

         Lo cierto es que, con el paso de las jornadas y el desarrollo de la competición, una buena parte de los contratiempos que van encontrando los equipos, no los salva el concepto del juego o la preparación física. Lo que, en última instancia salva a un grupo cuando los planes de preparación y de entrenamiento están tan pormenorizados y estandarizados, y la competición les somete a la máxima presión, es la calidad y la consistencia del vínculo que los une a todos; algo que no se puede pedir de una jornada para otra, sino que se trata de un edificio que se levanta desde el primer día de pretemporada con sesiones específicas e integradas.

         Uno de los factores que resulta decisivo en ese forjado de la mentalidad del equipo es la COMUNICACIÓN. La comunicación muy rara vez es neutra; el mensaje construye o destruye; suma, resta, multiplica o divide. Así, podríamos aplicar un Dime como comunicas y te diré como lideras”, entrenador. Y tú, ¿cómo comunicas, míster? Aún hay entrenadores que confunden la exigencia con la severidad; o la cercanía con el amiguismo… Aquí tienes una sencilla tabla para que puedas valorar tu posición y parámetros comunicativos con tu grupo. ¡Sitúate!:


         Desde que entras por primera vez en el vestuario, marcas tu área y tu estilo de relación con tus jugadores. Así, la COMUNICACIÓN, tanto la verbal como la gestual, contribuirá decisivamente a la percepción de ellos; esta, a su vez, determinará su experiencia, que le llevará a sentir unas sensaciones, generar unas emociones concretas y, en última instancia, les empujará progresivamente a construir una serie de creencias hacia tu persona.

Después vendrá el contenido del mensaje; las ideas que transmitir o los conceptos que asimilar; pero, ¿qué serán de estos si descuidamos y relativizamos la calidad del canal o la consistencia del vínculo? Y ese canal y ese vínculo –míster- lo estamos construyendo ahora, en la pretemporada. Posiblemente no haga falta esperar a los escenarios de presión para empezar a entrenarlos… ¡Buena preparación mental!

"EMOSISTEMA". Lidera quien inspira.

“Antes de ser líder, el éxito solo se trata del crecimiento propio. Una vez que eres líder, el éxito se define por el crecimiento de otros”.
Jack Welch.

         Hace no mucho tuve la oportunidad de compartir un sencillo taller-formación con el grupo de directores de CaixaBank de la zona sur de Córdoba. Algún destello sobre liderazgo, motivación y trabajo en equipo en un ambiente distendido y cercano que aprovecho para agradecer a Juanmi Del Río desde esta entrada.
Con el propósito de adentrarnos en los factores que hacen mejores a los equipos de alto rendimiento –sean de la naturaleza que fueren-, abordamos el concepto de EMOSISTEMA, una manera muy singular de entrenar la consciencia, la realidad y el desarrollo de grupos/equipos de trabajo desde fundamentos y claves neurocientíficas.

Partamos de algo necesario: ¿QUÉ SUELE COMPARTIR TODO EQUIPO DE ALTO RENDIMIENTO?

Ø Fuerte exigencia.
Ø Presión continua por los resultados.
Ø Competencia y habilidad actualizada.
Ø Firme Compromiso.

Cuando hablamos de EMOSISTEMA como clave de equipos de trabajo, lo hacemos desde un ángulo -no el único- por el que se atiende a un equipo como un sistema vulnerable, tanto o más que las personas que lo componen, y tiene en cuenta:

A.  La incidencia y el impacto de las emociones en la realidad de un equipo.

B.  La incidencia y el impacto de un liderazgo emocional en un equipo.

C.  La incidencia y el impacto de una gestión de la motivación que llega adentro de las personas y los equipos.

La experiencia nos dice que lo mejor requiere de mucho entrenamiento y una buena dosis de confianza. A nadie se le escapa que vivimos en una sociedad sobre-estimulada y, en consecuencia, hiper-reactiva; de la que el trabajo en equipo no es un ente extraño ni ajeno. También la mayor parte de las organizaciones y sus equipos son hoy más conscientes del poder del estímulo en las personas; de la necesidad de ser emocionalmente más inteligentes y hábiles; de la importancia de conocernos mejor por dentro –personas y equipos- para obtener los mejores resultados fuera.

Nunca la neurociencia pudo ni supo influir tanto y tan decisivamente en ámbitos o aspectos como el liderazgo, el trabajo en equipo o la motivación. Afortunadamente, hay algunas organizaciones que están empezando a incorporar en su cuenta de resultados la realización personal y el desarrollo profesional de quienes son el cuerpo y el alma de sus equipos. Al fin y al cabo, como viene siendo norma escrita en muchos de los artículos del blog, liderar es algo más que pisar fuerte; liderar es llegar adentro. Sí, ¡lidera quien inspira!

Jornada "+QGOLES".

"El deporte tiene el poder de transformar el mundo. Tiene el poder de inspirar, de unir a la gente como pocas otras cosas”
Nelson Mandela
         Hace unos días tuve la oportunidad de participar como coach deportivo en la jornada “+QGOLES”, organizada por la Delegación el Árbitros de Córdoba, con el respaldo de la Federación Andaluza de Fútbol, la Diputación Provincial de Córdoba y el Instituto Municipal de Deportes del Excmo. Ayuntamiento de Córdoba; y con el apoyo de la Fundación La Caixa.
         Los chicos, benjamines y alevines del deporte rey de diferentes equipos de la provincia cordobesa, lo pasaron genial en sus partidos de fútbol. El objetivo era la convivencia, el fomento del juego limpio y la promoción de los valores éticos dentro del deporte base. Incluso vivimos escenas en las que los equipos mezclaban sus integrantes en un tercer tiempo y los propios padres se convertía en árbitros del encuentro.
Uno de los espacios que albergaba la jornada “+QGOLES” estaba destinado a una charla-taller con las familias. En ella, tuvieron la ocasión de vivir en primera persona parte de la presión –solo parte- que sus hijos pueden vivir cada fin de semana en los terrenos de juego. Tuvimos la oportunidad de valorar cuánto puede cambiar una historia personal en función de la actitud que escogemos quienes rodeamos a los jóvenes deportistas que compiten. Y, sobre todo, reconciliarnos con la esencia educativa y formativa de la práctica deportiva; aquello más profundo que hizo que un día decidiéramos que lo más valioso que tenemos a nuestro lado practicara deporte.
Después de todo, la competición en el deporte base no puede convertirse en un fin, sino que supone un formidable soporte formativo para todos los chicos; plataforma que, entre otras cosas, permite:

1.   Realizar una actividad que te apasiona y te ayuda a desarrollarte como persona.
2.   Aprender que no hay un mejor modo hacer algo que entregar tu mejor y más noble esfuerzo.
3.   Experimentar el valor del equipo y la satisfacción de sentirte parte de la magnífica suma de sus integrantes.
4.   Descubrir que no juegas contra nadie; que el otro te permite ser mejor y superarte; y que sin él no existiría esa posibilidad.


Siempre queda y quedará trabajo por hacer, pero quiero felicitar a quienes han hecho posible esta jornada, en especial a la Delegación de Árbitros de Córdoba por recordarnos la esencia del deporte base y la función que los adultos tenemos dentro del mismo. Enhorabuena a las familias que se convierten en aliados y embajadores del juego limpio y los valores éticos en la competición. Después de todo, se puede ser competitivo –muy competitivo- y se puede tener una conducta intachable.

Fran Carles. El carisma no se entrega; el carisma se gasta.

“La esperanza es algo bueno, quizá lo mejor de todo; y las cosas buenas no mueren”
Fran Carles.
Hacía calor a mediados de julio en Linares; creo que era día 16. Recuerdo que en la pretemporada 2012-13 -la primera en 3ª división- propuse al grupo una divertida dinámica para favorecer la cohesión y el buen ambiente. En ella, cada uno de los jugadores de la plantilla y miembros del cuerpo técnico, teníamos que elegir una canción que fuera importante por alguna razón. La intención era tener en nuestros dispositivos las canciones de todos; escucharlas e intentar, a lo largo de los días, o las semanas, descubrir qué canción había elegido cada uno y qué le transmitía.
Fran, siempre vivaracho y bromista en las distancias cortas, también eligió la suya, por supuesto…

Fran Carles era lo que el deporte en general -el fútbol en particular- bien puede esperar de una persona para salvaguardar su más pura esencia y su más noble misión. Un chaval sano, generoso con sus compañeros y altamente competitivo. Fran no delimitaba en modo alguno el alcance que su corazón le imponía; su energía vital traspasaba al momento a quien entraba en su círculo más o menos próximo. Servicial con todos e incondicional de los suyos, puedo decir que siempre perseguía amortiguar los golpes y sanar las heridas de todo tipo. Fran era bisagra para que la puerta girara… Qué difícil resulta encontrar un tipo así en los equipos de trabajo con tantos y tan legítimos intereses personales.

Fran Carles ha honrado su nombre, ha honrado el nombre del fútbol y ha honrado, sobre todo y como un selecto puñado de jugadores, esa singular forma que una ciudad como Linares tiene de entender y vivir el fútbol. Quizá sea eso del espíritu del viejo Linarejos. Quién sabe... Pero en Fran, en sus ojos enrojecidos y sus puños apretados, encontrabas, antes de saltar al verde en un partido, esa rara fuerza atávica que solo poseen lo más grandes. Cosas del carisma y de los ungidos para derrocharlo, Fran. Porque el carisma no se entrega; el carisma se gasta. Quién sabe… Linarejos.

Fran Carles señala ahora el camino de todos aquellos niños y jóvenes linarenses de una cantera que emerge en un remozado y coqueto anexo que bien podría pasar a llamarse “Francisco José Pardo ‘Carles’”. Pocos como él representan al niño que sueña con debutar y progresar en el primer equipo de su ciudad, de ser su capitán y mostrar, por su manera de ser y hacer, el prototipo de persona y futbolista por el que se entrega su afición. Ya no puedes aspirar a competición más alta, Carles. Ya llegaste, compañero; demasiado pronto, pero ya llegaste.
 
El dolor, como la tristeza, necesita tiempo, personas y palabras. El dolor es signo de vida; punzante, pero signo de vida que abre lentamente la puerta al recuerdo y la memoria. Sí, porque solo hay algo peor que el dolor por la pérdida, el olvido. Algo que no consentiremos quienes hemos tenido la fortuna de estar y ser en tu equipo; de defender los mismos valores con esa resuelta dignidad tan tuya que solo desprenden los mitos capaces de vestirse la azulilla desde Huesa o Mogón hasta el Carraza o La Condomina.

…Fran Carles. Las canciones no son largas o breves; las canciones, como la vida, llegan o no llegan, transmiten o no transmiten; tienen o no tienen sentido… como la vida. Ahora, algo desconcertado y con un nudo en la garganta, entiendo por qué hace justo cuatro años escogiste un canción cuya letra reza:

Cuando pierda todas las partidas
Cuando cueste mantenerme en pie,
Cuando el diablo pase la factura
O si alguna vez me faltas tú:
RESISITIRÉ para seguir viviendo.
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Aunque los golpes de la vida soplen fuerte
Soy como el junco que se dobla pero siempre sigue en pie.
RESISTIRÉ erguido frente a todo,
Me volveré de hierro para endurecer la piel.
RESISTIRÉ cuando se revelen los recuerdos
Y me pongan contra la pared.
Cuando mi enemigo sea yo: RESISITIRÉ.

Creo que, después de cuatro años, he descubierto aquella canción que elegiste para todos una tarde de calor sofocante en nuestro Linares del alma.

Fran Carles. ¡Vaya faena! ¡Quién te frena ahora! Imposible retener a quien se fuga libre a la “Liga de las Estrellas”. Qué vacío dejas, Fran, ¡qué vacío!… Te quiero, amigo.