Motivación situacional.

“La vida es 10% lo que me ocurre y 90% cómo reacciono”.
Charles Swindoll.
     Fuera, la tarde era gris y las calles de la zona alta de Barcelona te envolvían con su metálica humedad. Sin embargo, la temperatura dentro de la sala de conferencias era más agradable conforme pasaban los minutos. Al final de la charla con alumnos y profesores de grado superior de Ciclos Formativos en el Colegio Salesiano de Sarriá, y abierto por fin el diálogo, alguien del grupo formulaba una interesante pregunta en relación al acompañamiento de equipos de alto rendimiento.
    -¿Desde dónde se motiva mejor, desde el reconocimiento, desde el reto o desde la percepción de fracaso? –suelta como si la cuestión apenas revistiera importancia.
    Breve silencio.
    -Interesante pregunta… -otro breve silencio antes de construir el argumento-.

    Ciertamente, se puede motivar bien desde las tres situaciones planteadas; en este sentido, lo fundamental es lograr diferenciar ese espacio desde el que se aborda el trabajo de motivación y armar una buena estrategia o plan de acción para que resulte productiva y proporcione desarrollo para la persona o el equipo, es decir, acerque al objetivo trazado.

MOTIVAR desde el RECONOCIMIENTO.
FUNDAMENTO. Toda persona o equipo necesita de alguna forma el refuerzo positivo, percibir la aprobación o el respeto hacia la tarea que realiza, pero es el lugar y la importancia que dejamos que ocupe dentro de nosotros el que demarca la frontera de su beneficio. La adherencia o excesiva  dependencia del reconocimiento desvía el verdadero centro de gravedad del objetivo, a no ser que este sea el reconocimiento en sí mismo.
VALOR. Bien gestionado, el reconocimiento genera Confianza/Autoconfianza.
CONTRAVALOR. Dependencia.
LOCUS de CONTROL. Externo. El reconocimiento no es algo que dependa de ti o de tu equipo.

MOTIVAR desde el RETO.
FUNDAMENTO. Resulta importante reconocer, proyectar y hasta compartir (hacer visible) el objetivo; asumirlo como reto. Hay personas que necesitan trabajar los objetivos desde ese espacio en el que ponen a prueba toda su persona y sus recursos; necesitan experimentar el poder de atracción, casi magnético, que los retos presentan.
VALOR. Competitividad.
CONTRAVALOR. Estrés o ansiedad competitiva.
LOCUS de CONTROL. Interno/Externo. Interno cuando es decidido, asumido y/o integrado por la persona y equipo; externo cuando el reto es forzado o impuesto.

MOTIVAR desde la PERCEPCIÓN de FRACASO.
FUNDAMENTO. Se dice que haber caído hasta dar con tu alma con el suelo es el primer paso para
volver a levantarte; que, de no hundirte, adquieres la mejor de las enseñanzas para erguirte de nuevo y contar con ese bagaje vital que ya te hacer más fuerte, más consciente. Crecer y motivar(se) desde la percepción de fracaso imprime carácter, alma, espíritu.
VALOR. Superación. Resiliencia.
CONTRAVALOR. Frustración/Depresión.
LOCUS de CONTROL. Interno.

    La motivación no camina por ti, eres tú quien camina desde ella. No te lleva a ti, eres tú quien puede volar o estancarse desde ella. Así, gestionar la motivación no tiene espacios mejores ni peores; tiene ángulos, perspectivas, realidades; tiene, sobre todo, situaciones desde las que un buen reconocimiento de la situación, una profunda toma de conciencia y un acertado plan de acción, te puede ayudar a ti y a tu equipo a dar, de forma más consistente, el paso que acerca, el paso que te hace más fuerte y decidido. La motivación es la victoria del ser humano que definitivamente asume e impone el protagonismo vital que le es regalado desde que nace sobre el victimismo de aquellos que se empeñan en que las cosas sencillamente pasan, y no se provocan.

    La noche sobrevuela el aeropuerto y la humedad juega con la percepción del frío con la misma travesura de un niño sin apenas malicia. Retraso en el vuelo. Giro la cabeza levemente hacia atrás y me acomodo en un fría butaca de esa interminable sala de espera en la que se convierte un aeropuerto al final del día. Mastico la sensación de sentirte respetado, el poder de sentirte una vez más retado y, sí, la difusa certeza de que es nuestra percepción y la experiencia de nuestra propia fragilidad uno de los motores más consistentes de la fortaleza que acaso podamos sentir. Sentir…

El "caso Setién". El precio de un equipo; el valor de la cohesión.

Un equipo es ese que todos señalan 
porque nunca se rompe cuando se cae.

     Según algunas fuentes, Quique Setién, entrenador de la UD Las Palmas, pidió disculpas a sus jugadores por no haber afrontado antes una situación conflictiva y, solo después, se dirigió a los medios de comunicación para informar de dicha situación y anunciar las medidas que iba a adoptar con algunos de ellos. En todo caso, toda la secuencia de los acontecimientos viene recogida por diferentes canales y soportes, pero no es lo fundamental aquí abordar los detalles del caso o establecer un juicio de valor de la situación, sino analizar la manera de proceder o todo cuanto se destila de un estilo de liderazgo y la gestión de equipos en relación a su COHESIÓN.

    Con frecuencia, las dificultades en equipos de alto rendimiento sobrevienen una vez avanza la temporada, cuando el invierno, los resultados, la convivencia o los intereses empiezan a posarse en el barro de una exigente competición que, por la razón que fuera, no termina de satisfacer a todos. Aunque no es menos cierto que gran parte de la solución de este tipo de conflictos naturales obedece al forjado previo del equipo, en plena pretemporada o con la llegada del entrenador, donde se asientan los pilares de lo que, ladrillo a ladrillo, será el EQUIPO.

    Así, todo lo que no sea una manada o un grupo; todo lo que pretende llamarse EQUIPO se sostiene en cuatro elementos imprescindibles: su IDENTIDAD, sus NORMAS, su COMPROMISO y su OBJETIVO.

IDENTIDAD. ¿Es tu equipo reconocible dentro y fuera del campo? Cuando hablamos de la identidad del equipo hacemos referencia a los valores elegidos e identificables por parte de sus miembros a lo largo de la temporada y en todo contexto: entrenamiento, competición, convivencia, relaciones con prensa, actos…

NORMAS. ¿Tiene tu EQUIPO un conjunto de normas consensuadas que garantizan el cumplimiento de la identidad-valores? Cuando hablamos de las normas no se trata de un mero reglamento o de un frío régimen disciplinario, sino de aquel código que salvaguarda el mejor tesoro de un EQUIPO: su COHESIÓN INTERNA.

COMPROMISO. ¿Estás tú y está tu EQUIPO dispuesto a sacrificar todo por respetar la identidad y a valerse, si fuera necesario, de las normas acordadas para respetarla? Cada miembro del EQUIPO es parte indisociable, activa y creativa de esa identidad. El nivel de compromiso de un EQUIPO determina el grado de resistencia a las dificultades reales a las que tendrá que enfrentarse.

OBJETIVO. ¿Tiene tu EQUIPO clara la finalidad para la que ha sido construido? Quien tiene un objetivo tiene un horizonte, un camino por el que ponerse en marcha. Si este se encuentra lejano, conviene establecer metas de desempeño y mini-objetivos que acerquen y sean motivo de celebración.

     Supongo que Quique Setién ha valorado parte de este impacto en la línea de flotación de la identidad-valores de su EQUIPO, ha podido detectar la falta de compromiso de algún miembro a la hora de quebrar alguna norma y, en consecuencia, la posibilidad real de no alcanzar el objetivo en el caso de continuar en esta línea. En cualquier caso, no juzgo ni el estilo de liderazgo del entrenador ni las medidas, sino la coherencia que puede deducirse de sus palabras y sus acciones. Ganar, a veces, es mostrarse íntegro, comprometido y decidido. Hoy, un entrenador, por encima –más allá- de un resultado, nos señala el precio de mantener a un EQUIPO y el coste que en ocasiones cobra el valor de la COHESIÓN.

     Un equipo no es el que gana, ni el que pierde, tampoco es el que entrena o ni siquiera del que se habla, aquel que retratan los medios o las redes sociales. Un EQUIPO es un poco de todo eso, pero, sobre todo, un EQUIPO es su espíritu, su alma, es la voluntad reunida y dispuesta a entregarse de manera innegociable cualesquiera que sean los escenarios que vienen
     Un EQUIPO es ese que todos señalan porque nunca se rompe cuando se cae.