"Yo, que también fallo...". La CONFIANZA y equipos de alto rendimiento.

“Los factores claves del éxito en las organizaciones son las personas que las componen y las relaciones que mantienen”.
Jesús María Iturrioz.
           
No hace mucho me comentaba un entrenador en una animada conversación lo difícil que resultaba “conducir un grupo a lo largo de toda una temporada”; “la cantidad de factores y variables que se deben tener en cuenta para intentar que todo vaya bien, o al menos de forma equilibrada”. Cierto, la base de los resultados en equipos de alto rendimiento se sustenta en constantes no siempre tangibles o valoradas en su justa proporción; ya no digo planificadas.
En este sentido, me parece muy recomendable la reflexión que Patrick Lencioni proporciona en Las cinco disfunciones de un equipo (Empresa Activa, 2003). Lencioni aporta un valioso modelo para formar un equipo cohesionado y eficaz, transferible a cualquier equipo de alto rendimiento sea cual fuere su naturaleza y misión. Entre estas cinco disfunciones que plantea su teoría aparece en primer lugar la AUSENCIA DE CONFIANZA entre los miembros de un equipo.

Pero… ¿por qué se habla tanto de la CONFIANZA a la hora hablar del rendimiento de equipos? ¿Acaso factores como la CONFIANZA entre compañeros dispara balances, construye informes, mete goles, para penalties o encesta canastas…? Vayamos por partes.
  1. La CONFIANZA es un factor relacional absolutamente crucial en la construcción de un equipo. No se empieza a trabajar cuando aparecen los problemas; más bien los problemas se acentúan cuando no se ha trabajado.
  2. La CONFIANZA en el otro/otros es decisiva para obtener resultados; es el fundamento del trabajo en equipos de alto rendimiento. Resulta más fácil entregar nuestro mejor esfuerzo junto a alguien al que respeto y aprecio que junto a un “desconocido” con el que comparto espacio.
  3. La ausencia o la quiebra de CONFIANZA es la primera y principal disfunción que experimenta un grupo con máxima exigencia competitiva. Sin CONFIANZA en tu equipo no hay cohesión auténtica, y sin esta, todo contratiempo se convierte en un problema.
  4. La CONFIANZA requiere comprenderse, abrirse y aceptarse unos a otros. Esto supone no temer mostrar todo lo que somos, incluso, y sobre todo, nuestra parte más vulnerable, verdadero soporte del posible crecimiento personal y de equipo.


Sí. Después de todo, la CONFIANZA que tenemos o dejamos de tener en los miembros de nuestro equipo juega; quizá no se cambie en un vestuario, no lleve un número o no salta al terreno de juego. Pero sí puede cambiarse contigo, lleva tu número o salta contigo y con cada uno de tus compañeros en el campo. Se llama CREER.