“La
gloria es ser feliz; no es ganar aquí o allí. La gloria es disfrutar
practicando, disfrutar cada día, disfrutar trabajando duro, intentando ser
mejor que antes”
Rafa
Nadal

De
la misma forma, estos expertos argumentan la
plasticidad que, particularmente, tiene el cerebro de la persona en las
primeras edades. De ahí la trascendencia de esas experiencias primigenias en
orden a la configuración de la personalidad y el carácter propio de cada
individuo. Queremos pensar que, en este sentido, la toma de conciencia de las
familias se ha visto enriquecida exponencialmente en los últimos años, en las
últimas décadas.

1. AUTOESTIMA/AUTOCONCEPTO.
Relacionado
con el desarrollo de la dimensión intrapersonal. A través del deporte, el niño
crece en autoestima y va generando concepto de sí mismo. (Sentirse capaz).
2. RELACIONAL. Relacionado
con la dimensión extrapersonal. Cuando el soporte de la práctica deportiva es
el equipo, el niño tiene la oportunidad de descubrir el valor del grupo, la
importancia de pertenecer, aportar y enriquecerse. (Sentirte parte).
3. FUNCIONAL.
Relacionado con los roles y la responsabilidad. Por medio del deporte, el niño
tiene la posibilidad de asumir objetivos de desarrollo y competencia personal
que, además, contribuyen a la consecución de objetivos colectivos. (Sentirte útil).
4. GESTIÓN de la FRUSTRACIÓN y el LOGRO. Relacionado
con las emociones limitantes y potenciadoras que el ser humano genera desde que
toma consciencia de sí mismo e interacciona con la realidad. El deporte puede
convertirse en un marco y un escenario propicio para conocerlas y aprender a
gestionarlas de forma equilibrada. (Sentirte
en acción).
